https://vimeo.com/474797350

Muchas veces nuestro aspecto físico tiene un efecto en nuestro estado anímico. Muchas veces es más fácil entender cuáles son las molestias que pudiera tener un niño cuando hace berrinche o cuando está llorando, entendemos que puede tener una necesidad que no sabe cómo pedir para cubrir. Lo tenemos claro.

Pero entonces ¿qué tan claro lo tenemos en nosotros? Empezamos con los juicios de que deberíamos estar de cierta forma, siempre alerta, de buen ánimo… siempre deberíamos.

¿Hasta dónde este “deberíamos” influye en las expectativas de tu vida?

Cuéntame.


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